El día de hoy se desata una crisis política sin precedentes en la historia de EEUU. El Capitolio, centro neurálgico de la política interior gringa, se encuentra bajo asalto con motivo de la ceremonia de Certificación del presidente electo Biden (presidido por el vicepresidente Pence). Estos grupos son de extrema derecha con componentes paramilitares, de apoyo a Trump, se encuentran armados y violentos para con el mismo personal gubernamental. El grupo más prominente es el de los “Proud boys”, enlazados a movimientos neonazis y dirigido por el Gusano (descendientes de cubanos anticomunistas) Enrique Tarrio.
La concentración de miles de personas se dio alrededor del Capitolio, incentivadas por el Presidente Trump, que se dirigió a los manifestantes en un rally previo a la sesión del Congreso diciendo: "No cederemos nunca, nunca concederemos". En un claro desafío al nuevo gobierno, y a la centenaria “democracia” yankee.
Los asaltos a la institución gringa por excelencia continuaron aumentando en violencia, con altercados violentos contra el personal, causando destrozos para entrar al edificio como quebrar ventanas y por fin se abrieron paso a lo interno. Los y las integrantes del Senado y el Congreso tuvieron que ser evacuados por los túneles del Sótano del Capitolio. Antes de que los manifestantes entraran a las cámaras de sesiones.
En los enfrentamientos con la policía fueron exitosos los ultra derechistas quienes se abrieron paso incluso bajo balacera, por lo menos una mujer (seguidora de Trump) ha sido herida de bala y fue transportada fuera del edificio en camilla, posteriormente se confirma su muerte. Los enfrentamientos también han sido contra los y las periodistas cubriendo el evento. También se han encontrado explosivos caseros en la propiedad.
Las medidas de las autoridades de EEUU fueron en primer lugar decretar un toque de queda, pero que no ha sido totalmente exitoso puesto que a la hora de este escrito el epicentro del asalto se encuentra en las escalinatas del Capitolio. Otra medida fue el despliegue de más de mil efectivos de la Guardia Nacional de Reserva para tratar de suprimir a las masas, también se dio un despliegue de las unidades policiales de la capital Washington DC. El FBI movilizó personal para reforzar el las fuerzas policiales del Capitolio. Actualmente solo se han arrestado 13 personas.
Trump y Pence han hecho llamados posteriores para apaciguar a los manifestantes y mantener la paz, pero esto viene ya muy tarde, cuando las masas enfurecidas habían tomado por lo menos una vida. Biden llama a Trump a dar la cara y hacer declaraciones más efectivas, sin embargo nada parece ayudar.
Las alzas de las protestas populares contra el gobierno de Trump en el 2020, aliadas a la resistencia antiracista, parecen haber tenido una mayor respuesta violenta por parte de las autoridades oficiales, quienes en el pasado han asesinado a sangre fría a protestantes. Las poblaciones racializadas han sido brutalizadas sin razón cotidianamente en el suelo gringo. Sin embargo parece que los Proud Boys y sus manifestaciones violentas son mejor recibidas.
¿Es acaso el asalto de hoy un presagio al por venir de la política interna de los EEUU? Desde Juventud Obrera no podemos estar más interesados en el resquebrajamiento de la sólida farsa de la democracia yankee. No podemos hacer nada más que preguntarnos si estamos más cerca de la caída de un imperio como lo conocemos y cómo será la respuesta ante este nuevo tablero político de la clase obrera racializada de los EEUU.
Ante esto declaramos una vez más:
PROLETARIOS DEL MUNDO, ÚNANSE, contra las degeneraciones racistas burguesas, contra el capitalismo opresor y contra la farsa de la democracia burguesa. ABAJO EL IMPERIALISMO YANKEE.
D. Trocas